Antes de ayer me quedé sola en casa, es la oportunidad ideal para ponerme manos a la obra, para experimentar con sabores y para explotar mi creatividad. Desde que la abuela nos falta los días se hacen interminables, echo de menos escuchar sus historias, los detalles que daba explicando cómo era los lugares o las personas. La echo de menos en todos los sentidos. Me he escudado en la lectura y en las cupcakes para llenar el vacío.
Y aquí os presento las cupcakes que mi primo me pidió!
Son cupcakes de cacao con buttercream de chocolate blanco.
Si supiesen todos lo buenas que están además de lo bonita que quedan... segurito que te harían cientos de pedidos, no lo dudes!!!
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