Igualmente con este encargo se produjo una cadena de personas, la primera llamada era de mi amiga Inma para decirme que su prima Sonia me encargaría una tarta para su hermano. Surgió así hasta llegar a la verdadera interesada, la chica que cumplía años y para la que se hizo el diseño. Sonia me dijo que a su hermano le gustaba el relleno con plátano y un diseño semejante al Bob Marley o a la tarta de las lengüitas, mi segunda tarta de la que no me sentía demasiado orgullosa. Con el esquema mental de lo que quería hacer me puse manos a la obra y quedó de este modo: simple y colorido.
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