En fechas entrañables en las que prima la ilusión y el confort de estar con los seres queridos también podemos sentir nostalgias sobre tiempos pasados y personas que ya no están, aquellas que dejaron de sonreírnos para ir a otro plano (sí es que existe).
Con toda la magia que proporciona a los pequeños la presencia de Papa Noel y los Reyes Magos, rendí homenaje a ese personaje simpático de barba blanca con esta tarta de bizcocho bañado con almíbar de anís y un relleno de crema de queso dulce.
Riquísima nuestra merienda de aquella tarde...
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