Cumplir un inocente año debe ser maravilloso aunque sin la mínima conciencia de que celebras un año de vida, un año de ilusiones compartidas por los miembros de la familia, un año cargado de emotividad por los avances del nuevo ser, un año completo de proyectos presentes y futuros, un año de innumerables flashes y momentos inmortalizados, en definitiva, un cumpleaños feliz.
Esta tarta es para la dulce Manuela. El bizcocho de cacao y bañado con un suave almíbar avainillado y el relleno de chocolate. Me han dicho que estuvo riquísima, aunque sufrió un pequeño percance (producto de la humedad)
En esta tartita se te presentaron serias dificultades y es la primera vez que te oigo decir que ibas a abandonar. Supongo que como era para una personita muy especial para tí, querías que todo fuera perfecto... y no abandonaste! Y el resultado es espectacular!!! Hermosa tarta, y lo importante, todos dijeron que estaba riquisisisisisisimaaaaaaaaaa. Viva Miriam!!!
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